Si hemos comprado una lechuga y no somos conejos, pronto empezará a ponerse triste y desvaída. Para evitarlo y no tener que tirarla, un truquito fácil.
¿Cómo se hace?
- Fácil: envuelve la lechuga con mimo con las hojas de periódico, así absorberán la humedad del vegetal y durará más tiempo sano y lozano en la nevera.
¿Qué necesitas?
- Lechuga
- Hojas de periódico