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En la lucha contra el desperdicio nos queda mucho por recorrer

Magda Ehlers/ Pexels (imagen adaptada)

Hoy, 29 de septiembre, se celebra por primera vez el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos para llamar la atención de lo importante que es que combatamos este problema global.

Hace unos días se cumplió el quinto aniversario de la Agenda 2030 en la que se incluye la meta 12.3: «De aquí a 2030, reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita mundial en la venta al por menor y a nivel de los consumidores y reducir las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores a la cosecha.»

Sin embargo los datos muestran que no hemos avanzado mucho en esta meta. Solo 11 países mencionan la pérdida de alimentos en sus planes y ninguno considera el desperdicio de comida.

El desperdicio de alimentos tiene gran impacto para el planeta y las personas. El desperdicio es responsable de entre el 8% y el 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y se utilizan 1.400 millones de hectáreas anualmente para producir alimentos que nunca llegan a comerse, malgastando el 28% de la superficie agrícola del mundo.

Tirar comida tiene también gran impacto social agravando la inseguridad alimentaria global.

Es necesario un mayor esfuerzo para reducir el desperdicio e impulsar los ODS. Y para ello se necesita la cooperación de las partes: sector público, sector privado, organizaciones y sociedad civil debemos trabajar juntos/as. Y sobre todo se necesita un mayor interés y esfuerzo.