Cada habitante en nuestro país tira a la basura 28 kilos de comida al año en su hogar
El desperdicio en nuestras casas se ha reducido durante 2021 pero aún sigue siendo una cifra excesivamente alta
Según el informe publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación esta semana, el desperdicio de alimentos en hogares se ha reducido un 8,6% con respecto a los datos de 2020.
El MAPA ha explicado ese mejor aprovechamiento por un cambio de hábitos tras la pandemia, un incremento de la flexibilidad laboral y una vuelta al consumo fuera de casa. Entre otros factores, se alude a una mayor concienciación social y una percepción mayor del valor de los alimentos ante la subida de los precios. La vuelta a la “normalidad” ha supuesto una menor compra realizada en los hogares (-7,2%) motivado por el fin de las restricciones y confinamientos, lo que explica también un menor desperdicio en los hogares. Sin embargo, la tasa de desperdicio alimentario es similar a la del año anterior, ya que se tiraron sin consumir el 4,2 % de los alimentos comprados, una décima menos que en 2020.
Estamos en cifras parecidas a las que facilitadas por el MAPA en 2016 (1.245 millones de k-l), pero aún lejos en emprender el descenso necesario para la meta planteada en el ODS 12.3 para 2030: Reducir a la mitad el desperdicio en todos los eslabones de la cada alimentaria.
Este informe muestra el desperdicio en los hogares pero no el desperdicio registrado en otros momentos de la cadena de valor: producción, distribución y venta. En el nuevo reto del Proyecto de Ley, será necesario afrontar este problema de forma integral para, entre todos y todas, poner en marcha soluciones viables, efectivas y sostenibles que reduzca significativamente el desperdicio alimentario en nuestro país.