Esta verdura de fácil cultivo y que crece durante los meses más fríos supera a cualquier otra en la mayoría de minerales y vitaminas.
Tienen alto contenido en vitaminas y minerales: 100 g de esta verdura aportan dos tercios de las necesidades diarias de vitamina A, la práctica totalidad del ácido fólico, la mitad de la vitamina C y la cuarta parte del magnesio y el hierro que se precisan al día.
Además, aporta calcio, fósforo, azufre, clorofila, oligoelementos, enzimas y fibra.
El potencial preventivo y terapéutico de la espinaca es extraordinario. Su consumo habitual ayuda a prevenir ciertas enfermedades y mejorar estados carenciales.
Cómo consumir
Existen muchas variedades, que se pueden tomar crudas, hervidas, al vapor, salteadas, gratinadas, en pizza…
De hojas verdes, oscuras y brillantes, se valoran por su rapidez de crecimiento, su textura tierna y su sabor suave y ligeramente ácido, que se acopla a gran variedad de recetas.
Lo cierto es que la espinaca, como verdura clásica que es, aparece en los recetarios de medio mundo.
Foto: Thilo Becker en Pixabay. – Fuente: Cuerpomente.