Es un fruto tropical aunque cada vez está más presente en nuestros menús.
Las grasas que contiene son en su mayor parte insaturadas (monoinsaturadas), destacando en particular el elevado contenido en ácido oleico. Además, el aguacate es una de las frutas más ricas en fibra dietética.
El aguacate es rico en vitamina E, que es un potente antioxidante: neutraliza radicales libres, disminuye la oxidación lipídica y protege las membranas celulares. También es rico en vitamina B6 y el ácido ascórbico (vitamina C), niacina o ácido fólico y de minerales como el potasio. Se trata, en resumen, de un alimento con una alta aporte nutricional.
Cómo conservar y consumir
Para que el fruto madure completamente debe dejarse unos días en un lugar oscuro a entre 15 y 24 ºC, pero no hay que introducirlo en la nevera antes de que madure, ya que esto lo daña e impide que lo haga.
A temperatura ambiente los aguacates maduran en 3 o 4 días. Un truco para acelerar el proceso se pueden introducir en una bolsa de papel junto a una manzana o un plátano.
La forma más habitual de preparar y consumir el aguacate es crudo, aunque, con algunas objeciones, también se puede cocinar.
El guacamole es la receta más exitosa. Y su gran afinidad con los frutos secos y las frutas facilita mucho las cosas a la hora de crear postres.
Foto: FoodieFactor en Pexels. Fuente: 5 al día.