Una idea estupenda para reciclar el pan que nos sobra.
Paso a paso
- Empieza haciendo la leche infusionada. Pon la leche en un cazo y añade la canela y una piel de limón (a poder ser sin la parte blanca, así que la cortamos bien fina y superficialmente con un buen cuchillo).
- Una vez que la leche haya hervido, retira y añade el azúcar, remueve bien sin rascar el fondo por si se ha pegado un poco la leche (suele ser lo normal). Deja que se enfríe y después retira la canela y el limón.
- Después, corta el pan, lo cortaremos en rodajas largas. El grosor debe ser de unos 2 cm o 2,5 cm. Además el pan tiene que ser duro para que no se rompa al remojarlo en leche.
- A continuación remoja las rebanadas. Mi abuela las ponía en una recipiente y añadía leche, no toda la leche que hemos infusionado. Después les daba la vuelta, pero no hay que dejarlas mucho tiempo porque si no se terminan por ablandar demasiado.
- Luego pon el aceite a calentar, debe ser abundante, más o menos para que lleguen a la mitad o algo más de las torrijas. Cuando esté caliente, pasa las torrijas por huevo batido y fríelas.
- Cuando estén doradas dales la vuelta. Retiracuando estén doradas por igual en ambos lados y ponlas en papel absorbente de cocina para que chupen el aceite.
- Por último pásalas a una fuente donde puedes volver a añadir leche infusionada.
(Copiado de: El monstruo de las galletas)
Ingredientes
- 350 gramos de pan duro
- 3 o 4 huevos grandes
- Leche
- Azúcar
- Cáscara de limón
- Aceite de oliva
- Canela