Establecer objetivos, medir y actuar
Hoy se cumplen dos años de la aprobación de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) por parte de los gobiernos de todo el mundo. ¿Qué se ha conseguido en estos dos años? Te contamos algunos avances del ODS 12, que es el que recoge una meta específica de reducción del desperdicio de alimentos.
En el segundo informe anual de Champions 12.3, una coalición internacional de políticos, empresarios, organismos internacionales y sociedad civil para lograr el ODS 12.3, se hace una evaluación de los avances realizados por parte de determinados gobiernos y un grupo de empresas en los últimos 12 meses en relación con los tres pasos establecidos por dicha coalición para reducir el desperdicio de alimentos: el objetivo, la medición y la acción.
Establecer objetivos despierta el deseo de cumplirlos y, por ende, motiva la acción. Por lo tanto, los gobiernos y las empresas deben establecer, en primer lugar, objetivos de reducción específicos alineados con los establecidos por el ODS 12.3. Un dato al respecto es que la Alianza Mundial de Agronegocios, una coalición mundial de empresas agrícolas, incluyendo, entre otros, a productores y procesadores primarios, ha anunciado que reducirá su tasa de pérdida de alimentos en un 50% en 2030.
Lo que se mide se puede gestionar. La cuantificación del desperdicio de alimentos puede ayudar a tomar decisiones relativas a cuánto, dónde y por qué se desperdician alimentos. Tales datos sirven de base para priorizar estrategias de reducción y hacer el seguimiento de los avances. En los últimos meses, algunas empresas del sector alimentario no solo han cuantificado sus pérdidas y el desperdicio alimentario sino también han publicado informes al respecto, una buena práctica para el sector privado.
La acción es lo que realmente importa. Todas las personas somos responsables de la reducción del desperdicio de alimentos, pero lo que cada persona debe hacer varía según su cuota de responsabilidad, desde los agricultores hasta los consumidores.
Cabe destacar el avance que se ha producido en determinados ámbitos empresariales con respecto a la información que aparece en las etiquetas de los productos y han hecho un llamamiento global para promover la educación de los consumidores acerca del significado de las etiquetas y que se estandaricen en todo el mundo a finales de 2020.