Conclusiones del Consejo Europeo relativas al desperdicio de alimentos
El Consejo Europeo presentó sus conclusiones relativas a la pérdida y desperdicio de alimentos adoptadas en la reunión que tuvo lugar el 28 de junio del presente año. En el documento, el CE manifiesta su preocupación porque casi un tercio de alimentos que se producen no se consumen, según los datos de la FAO, lo cual supone graves repercusiones económicas, sociales y medio ambientales. Asimismo, manifiesta su preocupación ante el aumento de la población y la necesidad de tener la disponibilidad necesaria de alimentos para satisfacer sus demandas.
La reducción de las pérdidas y el desperdicio de alimentos supone un triple beneficio: alivia la presión sobre el clima, agua y tierra; tiene repercusiones económicas positivas para los agricultores, las empresas y los hogares. De hecho, más personas podrían alimentarse con lo que se produce actualmente. Reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos es un reto global que requiere acción global, regional y local.
El desarrollo y la agricultura sostenibles así como la seguridad alimentaria son prioridades en la política de desarrollo de la Unión Europea, pero las pérdidas y el desperdicio de alimentos afectan diversos ámbitos por lo que es necesario dar una respuesta política coordinada para abordarlo.
Por todo ello, la CE hace un llamamiento a los Estados miembros para que:
- Reafirmen su compromiso con la Agenda 2030.
- Tomen en consideración los estudios realizados en el contexto del proyecto FUSIONS con respecto a elaborar métodos homogéneos para cuantificar las pérdidas y desperdicio de alimentos.
- Contribuyan activamente en la plataforma europea contra el desperdicio de alimentos.
- Den valor a los alimentos, prioricen la prevención del desperdicio de alimentos y contribuyan a su reducción.
- Sensibilicen a la población acerca de la producción y el consumo sostenibles, así como a todos los actores de la cadena alimentaria.
Asimismo, exhorta a la Comisión a que:
- Se integre mejor la prevención y el desperdicio de alimentos en toda la cadena de valor.
- Se valore la biomasa cuando los alimentos ya no se pueden utilizar en la cadena alimentaria.
- Se minimice el potencial impacto negativo que las políticas y normas puedan tener en el desperdicio de alimentos, sin perjuicio de su objetivo original.
- Se promueva la mejor comprensión de las fechas de caducidad.
- Se propicien debates en los Estados miembros para mejorar formas de gestión conjuntas del desperdicio de alimentos.
- En el contexto de la Agenda 2030 y para facilitar el cumplimiento de las metas establecidas se refuerce la cooperación con países menos desarrollados y con organismos internacionales, especialmente con la FAO y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP), promoviendo el conocimiento y el intercambio de buenas prácticas.
Documento disponible en inglés aquí.