Las frambuesas son dulces, jugosas y muy beneficiosas para la salud.
La frambuesa es mayor que las minúsculas fresitas de bosque y menor que las fresas cultivadas. Mientras que las fresas presentan todas sus semillas al exterior, las frambuesas forman pequeños globitos, como las zarzamoras, con una simiente dentro que apenas se nota.
Es una de las frutas menos calóricas: solo 32 calorías por 100 g. Hasta el 87% de su peso es agua, y no destaca como fuente de proteínas, grasas ni carbohidratos.
En cuanto a minerales, aporta cantidades significativas de manganeso, hierro, magnesio, fósforo, calcio y potasio, y es baja en sodio.
Cómo conservar y consumir
La frambuesa es un producto muy perecedero. Deben conservarse en el frigorífico y consumirse como máximo en 3 o 4 días.
Pueden congelarse se conservan muy bien, pero hay que tener la precaución de consumirlas rápido una vez descongeladas.
En cuanto a su cocción, el calor no las beneficia ni les aporta nada positivo, al menos en cuanto a valor nutritivo, color o sabor.
Foto: Any Lane en Pexels. – Fuente: Cuerpomente.