Desde el punto de vista botánico la berenjena es una fruta que se encuentra en formas, tamaños y colores muy diversos.
La berenjena está compuesta principalmente por agua (92,6%). Esto, sumado a sus escasas grasas, la hace muy ligera.
La fibra es, aparte del agua, el principal componente de la berenjena. De tipo soluble, favorece el buen estado de la flora bacteriana y disminuye la consistencia de las heces, lo que ayuda a su eliminación
En cuanto a sus micronutrientes, destaca principalmente su aporte en potasio y ácido fólico. También es rica en vitamina B6, vitamina B1 y magnesio. Como refleja su color morado, la berenjena también contiene antocianinas, de acción antioxidante.
Cómo consumir
Las maneras más saludables y digestivas de consumirla son asada entera al horno, a la plancha y luego aliñada ligeramente o trabajada en patés vegetales.
Esta hortaliza casa fácilmente con ingredientes como el ajo, la cebolla, el calabacín, el pimiento y el tomate. Más allá de los patés vegetales y otras recetas que provienen de Oriente, en Francia, por ejemplo, se prepara la ratatouille, muy parecida a nuestro pisto, y en Cataluña es muy popular la escalivada, a base de berenjena, cebolla y pimiento asado.
Foto: Srattigan en Pixabay. – Fuente: Cuerpomente.