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La cadena agroalimentaria lanza un decálogo de acciones contra el desperdicio

La cadena agroalimentaria ha aprobado 10 medidas para reducir el desperdicio de alimentos, un problema que supone que en España 7,7 millones de toneladas de comida acaben en la basura.

Debido al problema del desperdicio de alimentos, las empresas de los diferentes eslabones de la cadena de valor (sector primario, industria, distribución, HORECA -hostelería, restauración y catering- y organizaciones de consumidores) han querido unir esfuerzos y han celebrado cinco mesas de trabajo para definir acciones de forma conjunta durante la feria Alimentaria 2018, celebrada en Barcelona.

Las mesas fueron coordinadas por la Asociación de Empresas del Gran Consumo (AECOC) dentro de su campaña ‘La Alimentación no tiene desperdicio’, un proyecto que suscriben más de 400 compañías y que cuenta con el apoyo del MAPAMA ( Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente). Durante estas mesas se ha puesto de manifiesto la necesidad de tener un marco común para todas las empresas.

Pusieron de manifiesto que hay que trabajar en tres líneas:

  • Dotar a cada uno de los eslabones de sistemas de medición y de guías que ayuden a implementar buenas prácticas.
  • Impulsar planes de formación (tanto entre empresas como a los profesionales de las compañías) que ayuden a reducir ineficiencias generadoras de desperdicio.
  • Trabajar en un gran plan de comunicación conjunto que sensibilice a la población sobre cómo  hacer un buen uso de los alimentos. Y también a toda la cadena agroalimentaria de impulsar proyectos que ayuden al consumidor a reducir el desperdicio.

Decálogo para reducir el desperdicio

Estas tres grandes líneas se han concretado en 10 acciones que las empresas participantes desarrollarán bajo la supervisión de AECOC.

  1. Puesta en marcha de una campaña en centros de educación primaria de todo el país para sensibilizar a los/as niños/as.
  2. Desarrollo de una acción informativa dirigida a los consumidores para concienciar de que las frutas y verduras “imperfectas” son igual de buenas que el resto.
  3. Publicación de una guía de buenas prácticas contra el desperdicio alimentario en los procesos productivos que ayude a las empresas a identificar oportunidades de mejora a través de buenas prácticas ya existentes.
  4. Elaboración y difusión de un documento informativo sobre el papel que el envase y embalaje desempeñan en la lucha contra el desperdicio alimentario.
  5. Puesta en marcha de un diagnóstico de medición del impacto del desperdicio alimentario en la restauración, que permita al sector disponer de unos indicadores para hacer un seguimiento de la evolución del problema.
  6. Lanzamiento de una campaña de comunicación conjunta para sensibilizar al consumidor de la importancia de aprovechar los alimentos cuando consumen fuera del hogar.
  7. Difusión entre figuras mediáticas del ámbito de la cocina y gastronomía del problema que supone el desperdicio alimentario a fin de que puedan aprovechar sus canales de comunicación con el consumidor para concienciar a la opinión pública de la importancia de ponerle freno.
  8. Creación de un certamen fotográfico que ayude, desde la imagen, a tomar conciencia del valor de los alimentos y la importancia de aprovecharlos convenientemente.
  9. Elaboración de una guía de buenas prácticas de la distribución contra el desperdicio alimentario en la que empresas.
  10. Celebración en las principales cadenas de distribución de todo el país de la Semana Contra del Desperdicio Alimentario.

Esperemos que este décalogo pueda implementarse de la manera más óptima, y entre todos/as evitemos que los alimentos acaben en la basura.

Fuente: Hispacoop