Menú

Una dieta saludable y sin desperdicio supone un uso más sostenible del agua

Gráfica: Educación sanitaria y más.
https://sostenibilidadpractica.com/huella-hidrica/

El 22 de marzo es el Día Mundial del Agua y debemos recordar que todavía hoy 2,1 millones de personas viven sin agua potable en sus hogares. El agua es un recurso que proporciona bienestar a la población y tiene un impacto positivo en la vida de miles de millones de personas, al incidir en cuestiones que afectan a la seguridad alimentaria y energética, a la salud humana y al medio ambiente. Por ello no tener un acceso normalizado a agua potable supone la violación del derecho al agua, un derecho reconocido en 2010 por las Naciones Unidas.

La huella hídrica se define como el volumen total de agua dulce que se utiliza para producir bienes. La huella hídrica del consumidor en España, según un estudio realizado por la Water Footprint Network, es de 6.700 litros al día por persona, considerando el consumo directo e indirecto. El consumo directo es el agua que se usa en los hogares para beber o ducharnos, y el indirecto es el agua utilizada para producir bienes como alimentos o ropa. Cerca del 80% de este consumo de agua está relacionado con la alimentación. Por ello desperdiciar alimentos supone también desperdiciar agua.

A través del despilfarro de alimentos en los hogares se desaprovechan 131 litros por persona y día, que es aproximadamente el volumen de agua que consume una persona al día en el uso doméstico.

Según el informe de la FAO sobre Pérdidas y desperdicio de alimentos en el mundo, el desperdicio de alimentos consume hasta un 21% del agua dulce en el mundo, que es tres veces el volumen del lago de Ginebra. El impacto ambiental de tirar comida es responsable del agotamiento de recursos como el agua.Por ello evitar el desperdicio de alimentos permite combatir la escasez de agua en el mundo.

También alimentarnos de una forma saludable ahorra agua dulce. El Centro Europeo de Investigación (JRC) de la Comisión Europea, según un estudio publicado en la revista “Nature Sustainability”, asegura que una dieta saludable, además de bueno para nuestra salud, ahorra agua. Una dieta de este tipo debe contener menos azúcar, aceites de cultivos, carne y grasas animales, y más verduras y frutas. La mayor parte de la huella hidríca del alimentos proviene de la alimentación animal.

Así que si queremos hacer un mejor uso de un recurso tan valioso y fundamental como el agua es importante llevar a cabo dietas saludables y no tirar comida a la basura. Nuestro planeta lo agradecerá.