Las fresas son un fruto rico en vitamina C y ácido fólico.
El color de la fresa es debido a unos pigmentos vegetales (flavonoides) conocidos como antocianinas. Las antocianinas actúan como potentes antioxidantes (neutralizan los radicales libres).
Las fresas constituyen una de las frutas con mayor capacidad antioxidante, la cual no sólo deben a su contenido en antocianinas, sino a la presencia en su composición de cantidades importante de otros polifenoles y de vitamina C.
Gracias a su fibra, pigmentos y ácidos, la fresa puede favorecer las funciones intestinales y prevenir el estreñimiento.
Cómo conservar y consumir
Para conservarlas bien se deben guardar en el frigorífico, y a ser posible en un recipiente cerrado.
La mejor forma de consumirla es tomarla al natural como postre de mesa o en ensaladas. Al ser una fruta de temporada y muy perecedera, se presta muy bien a la elaboración de conservas como las confituras o mermeladas.