España es uno de los principales productores mundiales, después de la India e Irán, y el mayor exportador europeo. Esta producción se concentra principalmente en Alicante y Murcia, donde se dedica cada vez más territorio al cultivo de granadas ecológicas.
Pero lo que hace de la granada una fruta singular, con unas propiedades incomparables, es su riqueza en fitoquímicos como flavonoides, antocianinas y elagitaninos. La mayoría de estas sustancias son pigmentos naturales con la función de proteger la planta frente a la luz ultravioleta, las bacterias o los parásitos.
Los antioxidantes de la granada han sido objeto de muchos estudios. Las conclusiones positivas de la mayoría de ellos ha convertido su zumo en un apreciado producto, a la altura del té verde o el arándano.
Cómo consumir
Los brillantes granos carmesíes son excelentes para decorar ensaladas o coronar un postre, un helado o incluso un pastel salado de verduras.
Se puede comer en macedonias con frutas como la pera, el melón u otras más neutras como la manzana.
También son ideales para añadir al muesli.
En muchos países árabes es bastante habitual emplear el zumo en la preparación de salsas o utilizar los granos como relleno de diversos guisos.
Foto: Fruchthandel Magazin en Pixabay. – Fuente: Cuerpomente.