El albaricoque presenta en su composición ácidos orgánicos como el ácido málico y el cítrico. El ácido cítrico es capaz de potenciar la acción de la vitamina C y favorecer la absorción intestinal del calcio.
Cómo conservar y consumir
Se pueden conservar un par o tres días a temperatura ambiente y hasta una semana en el frigorífico. Para que se conserven mejor se guardarán en la parte baja de la nevera sin apilarlos, o en bolsas de papel perforadas. Los albaricoques secos u orejones se deben conservar en frascos de cristal bien cerrados y protegidos de la humedad.
El albaricoque tiene una carne jugosa de sabor dulce ideal para la elaboración de tartas, sorbetes, macedonias y mermeladas, o para tomar al natural. Además, tanto su pulpa fresca como la desecada es apta para cocinar, pudiéndose preparar tanto platos dulces como salados.